Isidre Esteve: “Soy un privilegiado porque hago lo que me gusta”

Con esta contundente reflexión, Isidre Esteve se auto describe. Para asimilar esta meditación, se debe conocer su historia.

Dentro de su palmarés deportivo, ganó el Campeonato de España, en enduro de 80 cc. categoría júniors, y posteriormente, en séniors. Como piloto de motocicletas, obtuvo el cuarto lugar en el Rally Dakar (2001 y 2005).

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Isidre Esteve en Costa Rica

Isidre Esteve en Costa Rica

Además: Costa Rica presentó lista preliminar para la Copa Oro 2019

Como parte de las actividades de la Expomóvil 2019, se encontraba el re-lanzamiento de los productos Repsol en el país, y por este acontecimiento, la importadora AD NAT S.A., invitó a Esteve, un embajador de la superación personal.

El piloto catalán, junto con su copiloto Txema Villalobos terminaron la cuadragésima primera edición del Rally Dakar 2019, en la posición 21 en la categoría automóviles, repitiendo el puesto logrado en el año 2018.

Sin margen para la duda, el Rally Dakar significa mucho para Isidre, a lo que él nos contestó:

“Gran parte de mi vida deportiva gira alrededor del Dakar. Empecé corriendo este Rally en una motocicleta, en África en la edición de 1998. Desde entonces, este Rally me enseñó disciplina. Se convirtió en un desafió, que me genera mucha ilusión, y a la vez, mucho respeto, y mientras tengan unos objetivos muy firmes, seguiré”.

Volver a nacer.

Todo cambió un 24 de marzo del 2007. Él sufrió una caída en Almería, durante la realización del Campeonato de Raids, de España. Sufrió una lesión medular grave. Perdió la movilidad de ambas piernas. Y lejos de dejarse vencer, volvió a nacer, pero, en una silla de ruedas.

Este deportista nacido en La Seu d’Urgell (Lleida) comenzó su reconversión, no sin antes, pasar un período de duelo. Y en el 2008 publicó el libro: “La suerte de mi destino”. Del mismo, se pueden extraer estas frases:

“Soy el capitán de mi alma. Entonces el mundo fue otro. Y siguió la vida. Y regresaron las sonrisas”.

Seis años después, publicó “Imparable”, un libro más reflexivo, y con mucha convicción mencionó; “La lesión llega sin avisar y sin libro de instrucciones”.

Adaptaciones.

Al mando de un BMW (construido por Sodicars Racing) en Francia, es miembro del Repsol Rally Team. El automóvil tiene el acelerador y el freno en su volante, con cambios secuenciales. Estas tres características suplen el uso de las piernas.

Cuando ocurre un desperfecto, él no se baja del automóvil, lo hace, Txema Villalobos, quien debe hacer todo el trabajo solo. Se puede perder más tiempo de esta manera, pero, compiten sin poner excusas.

Con el respaldo de su Fundación – Fund Isidre Esteve (que atiende deportistas parapléjicos y otros con movilidad reducida), se desarrolló un “cojín (asiento) inteligente” Nubolo, un dispositivo que le permite a Isidre no solo a participar, sino competir:

“Mi discapacidad no me impide correr en igualdad de condiciones. No necesito que diseñen una competencia adaptada para mí, ni un evento paralímpico. El Rally Dakar me permite correr y el objetivo es ganar, ganar etapas por el momento”, nos enfatizó Esteve.

En exclusiva.

Acción y Deporte aprovechó la oportunidad para entrevistar a Isidre Esteve en Costa Rica, y compartimos sus declaraciones:

Gran susto.

Realizando el recorrido de la sexta etapa del Dakar 2019, el automóvil de Esteve y Villalobos quedó encallado en la arena, y de repente, un buggy cayó sobre su BMW, y el piloto quedó atrapado.

Y la solidaridad se presentó. Un camión del equipo KH7 Sport (tripulado por Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Xavi Doménech) acudió en su auxilio:

Pese a lo acontecido, el dúo concluyó la etapa, en la trigésimo novena posición.

Enseñanzas.

Parte de las enseñanzas que compartió Isidre Esteve en Costa Rica, se pueden mencionar:

Su humildad y determinación.
No considera su discapacidad como un problema.
La premisa que rige su vida es: En la vida hay tiempo para todo, menos para rendirse.
Expresa orgullo del equipo humano que lo acompaña: Lidia Guerrero, su fisioterapeuta, consejera y pareja, David Pigem, su mecánico; y Txema Villalobos, su fiel escudero.
Y, no le gusta que lo llamen referente… porque cada persona tiene sus dificultades.